Escrito por: Psic. Daniel Galindez
Los celos van acabar con mi hijo
Los
celos parece ser un asunto de adultos, hasta que descubrimos que los niños
también padecen de esta intrigante injusticia de amor.
Amamos
a tal punto, que no deseamos compartir nuestro pedazo de amor. Parece que los
padres no comprenden que deseamos tener todo su amor sin compartirlo con
nuestro hermano mayor o menor, simplemente queremos que nuestro hermano exista
pero alejado del amor de papa.
¡No comparto a mis padres!
Es
una especie de deseo limitado, desear que su hermano nazca y tener con quien
jugar la pelota, correr en el patio, enseñarle nuestros juguetes, pero sobre
esto existe una advertencia muy grande ¡No comparto a mis
padres! aunque son hijos
del mismo ente familiar.
Es
una pelea interesante que existe desde el momento que los padre toman más
cariño o así lo percibe el hermano que está tramando como llamar la
atención. Parece inofensivo y su demanda es catalogada como celos, pero no es
casual que cuando preguntamos a distintos niños o en este caso a usted
mismo ¿Qué tan grave ha sido para ti tener que
compartir a tus padres?
"Gravísimo, muchas veces se sientes que eres despreciado, y no toleras que ahora tu hermano deba recibir regalos y no solo es eso, todo se transforma cuando también se te obliga a jugar con él".
Un
caso particular:
Un
día mientras esperaba en mi práctica profesionales, llega una niña acompañada
por su Madre. Todo parecía ir de maravilla mientras se introducía la entrevista
inicial, Creo que el ambiente se transformó en torno a la problemática y el
llanto de esta niña. Su caso había iniciado con ciertos roces de niños en la
escuela, un típico caso de bullying, pero sin embargo no me quedaría con esta
simple respuesta, sabía que había algo más que no estaba puesto sobre el
escritorio.
Esa
mañana pedí a la madre retirarse y permitirme conversar con la niña, con gusto
aceptaron ambas, lo que dio permiso para que la niña comenzara a llorar sobre
el escritorio, contando que lo sucedido era por celos, no toleraba que en su
casa después de 8 años donde no había ninguna figura más que ellas dos, se veía
amenazada por este nuevo "intruso" un pequeño bebe que la madre debía
que cuidar.
Detrás
de las lágrimas
El
motivo de consulta no siempre es el caso final. Habíamos iniciado por un caso
de duelo, lo que también se convirtió en bullying, pero realmente se escondía
toda esta maraña detrás de los celos por el nuevo "aparecido". Esa
mañana permití que la niña desahogara lo que estaba sintiendo, al punto de
darle nombre a su relación con aquel niño. Pero sin embargo era necesario darle
una respuesta a la inquietud de la madre que ya había acudido a varias
instancias y no podía dar con el padecimiento de la niña, hasta que una persona
le hablo del referido hospital.
La solución más adecuada
La
solución es tan simple como difícil, encontrar cual es la que se ajusta al caso
no parecía ser algo sencillo. Sin embargo las herramientas más sutiles es
involucrar a la niña en este caso, es decir, lograr que la niña se vea
comprometida con su hermano en la tarea del hogar, en la tarea como madre, en
cuidarlo, en proteger sus intereses, para ella fue algo sensacional poder
tomarlo en brazos y cambiar sus pañales con la supervisión de su madre. Semana
siguiente el caso estaba cerrado por una solución tan simple como que todos los
padres en lugar de alejar o rechazar inconscientemente al niño lo involucre en
la nueva tarea de prestar atención a este nuevo bebe que debe tener el cuidado
de todos.
Involucramos
salidas individuales como grupales, para que la niña fuese acoplándose al nuevo
miembro de la familia, era interesante como en cada consulta sus lágrimas iban
borrándose de su mejilla, mientras relataba que durante la semana había
aprendido el duro trabajo de ser madre. En terapia se pudo apreciar otras
variables interesantes que hicieron mejor la relación madre e hija.
No
es tan inocente como parece
Es
importante que los padres den el lugar que cada uno le corresponde, sin
menospreciar el lugar del otro, porque esto ocasiona rivalidad, génesis a los
celos, dependencia emocional, niños fluctuantes, inmaduros emocional, y pare de
contar entre ellos severos traumas y trastorno que puede generarse si es tomado
sin importancia por los padres.
Que
enseña la biblia
La
biblia parece que no se involucrara en estos aspectos emocionales de los niños
sin embargo deja varias instrucciones específica para dotar la educación
adecuada a los niños.
Deuteronomio: 6:6-7 Reina Valera (1960)
Debes comprometerte
con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te
entrego. Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en
tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando
te acuestes y cuando te levantes.
No deja espacio a otra tarea más, cuando se trata de educar a
los niños e involucrarlo en las mismas tareas mientras crecen.
Efesios
6:4 Reina Valera (1960)
Y ustedes, padres, no hagan
enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del
Señor.
Por ninguna circunstancia se
puede permitir que los niños estén peleándose por razones de los padres. Esto
corresponde a no permitir que se sientan rechazados. Si usted razona con sus hijos, ellos comprenderán que los
disciplina porque los ama.
Consejos a seguir:
1. Debes hacerle ver que ambos son importante para ustedes.
2. Algunas personas visten de igual manera a los niños gemelos,
no permitiendo la individualidad, por lo tanto no se diferencian entre ellos y
el afecto.
3. Es necesario que cada niño tenga su cuota de afecto.
4. Involucrar a uno como al otro en tareas de equipo.
5. Enseñarle la competencia sana por conquistar a su
madre.
6. Dejar que tomen decisiones y considerar a cada uno participe
de ella.
7. Permitirle que expresen aquello que lo inquieta aun cuando
usted debe buscar una salida amorosa.
8. Explicar: "Porque te amo, es que decidimos que tengas un
hermanito para jugar".
9. Permitir al hermano mayor, involucrarse en el cuidado de su
hermano, como cambiar el pañal, prestarle los juguetes a su hermano y si es
necesario involucrarlo en el nombre que recibirá su hermano al nacer.
Esto es Psicología Ágape una forma de educarnos con amor, por el Psic Daniel Galindez Gracias por compartir...
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